Reflexionando sobre tan asombrosa noticia, pienso que detrás de esa renuncia, puede existir otras causas que no sean la simple debilidad física del Papa. El año 2012 estuvo plagado de escándalos dentro del Vaticano, y entre ellos está el caso del mayordomo del Papa Paolo Gabriele, quién robó la correspondencia privada y secreta del Papa, por lo que muchos sospechan que algo se habrá encontrado en dichos documentos y que podrían causar escándalo dentro de la iglesia, por lo tanto, es posible que la argolla que rodea al Papa lo presionara para salir antes de que explote el escándalo, pidieron la renuncia, para evitar una mayor crisis si dichos documentos salen a la luz. Se corre el rumor que dentro de esa correspondencia robada, podría haber algo que se haya vendido a otras intereses y que podría empañar la imagen del Papa y por ende de la Iglesia.
Cuenta un rotativo Italiano, que Paolo, el infiel mayordomo de Benedictus XVI, aunque fue perdonado por el Papa tras su traición, y que éste habría pactado con la gendarmería vaticana el identificar a sus compinches, por lo que se cree que detrás de todo este embrollo hay una conspiración dentro del mismo Vaticano. Solo así se explicaría el hecho de que Paolo, de 46 años, casado y con tres hijos, conservara su apartamento de la ciudad del Vaticano y tuviera tres cajas repletas de documentos secretos. En los últimos días antes de su detención, el mayordomo habría seguido filtrando cartas de Benedicto XVI, pero ya bajo la supervisión de Domenico Giani, el supe policía que está al frente de la Gendarmería. A cambio de su colaboración, Paolo Gabriele obtuvo el indulto papal así como el compromiso de que su familia pueda seguir viviendo en Vía Porta Angélica, al resguardo de los muro del vaticano. Lo que se cuece detrás del escándalo no trasciende a los medios, pero es curioso que después de tan gran escándalo, aparezca meses después la renuncia del Papa, lo que deja entrever dos cosas, o una conspiración interna, o un retiro preventivo para evitar las consecuencias que podrían ocurrir, si algún documento de los robado sale a la luz pública.
Además de lo antes señalado, en los últimos años los escándalos de abusos sexuales por sacerdotes pederastas dentro de la Iglesia ha removido la lucha entre las dos facciones existentes dentro del catolicismo. Por un lado están los conservadores encabezados por el Opus Dei, reacios a los cambios que en su tiempo se efectuaron en el Concilio Vaticano II con el papa Juan XXIII, y de los cuales el Papa actual es uno de ello, y después tenemos la otra facción, los progresistas o liberales, que desean que la Iglesia elimine el celibato, y se ejecuten cambios más profundos, entre ellos el reconocimiento del sacerdocio femenino y otras normas mas, impregnadas por el espíritu del Concilio Vaticano II. Además los progresistas aspiran a fortalecer el ecumenismo, el cual no recibió mucho apoyo del papa Benedictus XVI. La pugna entre progresistas y conservadores es un fenómeno latente dentro de la lucha del poder dentro del Vaticano, y quién sabe si además, los escándalos de la Banca Vaticana, que fue usada para el lavado de activo de la mafia ambrosiana, sea parte de lo que hoy ocurre en la llamada “santa sede”, que de santa no tiene mucho.
Estamos al borde de un gran acontecimiento profético en relación a la Iglesia Católica y a la crisis de fe dentro del cristianismo, pues vienen tiempos muy peligrosos, como anuncio el Apóstol Pablo. Así que esta renuncia traerá repercusiones a largo plazo.
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